Centro de estudios Chiloeautonomo
"Semillas con cédula de identidad":
Al resguardo de la biodiversidad nacional
Biodiversidad
Por: Sandra Perret
El Instituto Forestal, INFOR, y el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias INIA, firmaron en 2007 una alianza estratégica para desarrollar en conjunto un banco de germoplasma que permita conservar y resguardar el patrimonio genético forestal.
Al avanzar el nuevo milenio, la sensación de malestar sobre lo que estamos haciendo con nuestros recursos naturales se acentúa, sabemos que estamos destruyendo nuestros recursos naturales, ¿pero qué hacemos para cambiar de dirección?
Si bien el modelo económico nos señala que el "progreso" es inevitable, también nos indica que ello acarrea problemas ambientales. Es imperativo entonces, un cambio para avanzar hacia una cultura y una sociedad en armonía con la Naturaleza.
La Naturaleza cuando es interferida pierde su diversidad. Es ahí donde debemos actuar, si hemos intervenido profundamente nuestros recursos naturales, debemos trabajar para restaurarlos. Si queremos un "desarrollo sustentable” debemos actuar consistentemente.
¿Cómo nos afecta la pérdida de diversidad biológica?
Si bien, la pérdida de biodiversidad siempre ha ocurrido como un fenómeno natural, las actividades humanas han acelerado dicho proceso. La relación del hombre con la naturaleza ha sido la base del desarrollo humano, pero paradójicamente ello ha traído graves consecuencias, que ponen en riesgo el desarrollo de las generaciones futuras.
Aunque la pérdida de especies es crítica, la amenaza más grave a la diversidad biológica es la fragmentación, la degradación y la pérdida directa de bosques, humedales, arrecifes de coral y otros ecosistemas vulnerables. Todo ello, agudizado por los cambios atmosféricos y climáticos mundiales, que afectan directamente a los hábitats y a los seres que los habitan. Una montaña, un río ancho, un cañón que separe un bosque, y el cambio climático, han implicado la división de las poblaciones, permitiendo que la degradación genética tenga lugar y conlleve a su vez enfermedades, competencia y pérdida de hábitat.
La variación genética de los árboles forestales, tanto entre especies como dentro de las especies, se está erosionando a pasos agigantados, en lo que han influido también los cambios en el uso de las tierras y los programas de selección y reproducción realizados sin atención suficiente a la conservación genética. Pero no solo esto está afectando la baja en la diversidad, sino también la importación y exportación de germoplasma a gran escala. Se suman, los procesos de hibridación entre especies y procedencias, tanto locales como introducidas, que pasan a constituir otro de los factores que inciden en la contaminación genética y la pérdida potencial de los genomas endémicos.
El resguardo de la biodiversidad pretende garantizar la conservación de germoplasma en el largo plazo, y nada más ni nada menos, que garantizar un mejor bienestar a las futuras generaciones.
El identificar y clasificar los recursos genéticos forestales, de manera de garantizar su conservación, mejora y utilización sostenible, es un desafío muy atractivo pero complicado. Para ello, se debe determinar los niveles de diversidad que se pretenden conservar, considerar los conocimientos disponibles de la especie, su utilización e importancia, el grado de vulnerabilidad y lo que es decisivo, la disponibilidad de recursos Estatales para estos fines.
Existen dos opciones técnicas principales para la conservación de los recursos genéticos: la conservación in situ y la conservación ex situ; métodos que se complementan entre sí.
La conservación in situ (en el sitio) implica el mantenimiento continuado de una población dentro de la comunidad de la que forma parte y en el ambiente en el que está adaptada. La conservación ex situ incluye la conservación fuera del sitio original, ya sea en bancos -de semillas, polen o tejidos-, en colecciones vivas -en arboretum o jardines botánicos- o bien en rodales de conservación ex situ establecidos especialmente, incluyendo bancos clonales. La conservación ex situ implica la recolección de germoplasma, - o su reproducción en casos necesarios- su caracterización e identificación molecular, y documentación.
La conservación de los recursos genéticos debe ser una tarea prioritaria del Estado, ya que se está resguardando un patrimonio genético que es un bien público para la sociedad.
En Chile existen una gran variedad de ecosistemas forestales, presentes en toda la geografía del territorio, desde el altiplano, cruzando el desierto, extendiéndose por valles y laderas de la zona central, el sur, la Patagonia y el extremo sur; algunos de estos ecosistemas están muy poco representados en el planeta, tal como los bosques templados del sur de Chile.
En total se calculan unas 5 mil especies forestales, desde árboles y arbustos hasta especies epífitas, como el conocido copihue. La mitad de ellas son endémicas, es decir, propias sólo de nuestro territorio, y que si desaparecen se habrán perdido especies únicas, es el caso por ejemplo del Toromiro, especie casi desaparecida de Isla de Pascua.
La prioridad la tienen las especies amenazadas, y que forman parte del libro rojo de la flora chilena. De acuerdo a este libro, las especies nativas en peligro de extinción.
Alianza estratégica para el resguardo de la biodiversidad
En la conservación de los recursos genéticos se inscribe, en septiembre de 2007, la alianza estratégica entre INFOR e INIA, dos instituciones de investigación públicas, el cual tiene por objetivo disminuir la erosión y pérdida de recursos genéticos forestales, así como fomentar la práctica de conservación ex situ y promover la utilización sustentable de los recursos genéticos forestales chilenos.
El plan de trabajo conjunto entre estas dos instituciones permitirá, en primer lugar, trabajar en el rescate y conservación ex situ de aquellas especies que se encuentran hoy amenazadas por el uso histórico del que han sido objeto, permitiendo, con ello, conservar, a través de semillas, jardines de variedades u otro sistema, el patrimonio genético-cultural del país. En segundo lugar, permitirá potenciar la vinculación y asociatividad entre los grupos de científicos con las comunidades locales, ONG´s y empresas del país y el extranjero, interesadas en la conservación de la biodiversidad. Y finalmente, y de gran importancia, optimizar las capacidades técnicas y la infraestructura de INFOR e INIA, para favorecer economías de escala en lo que se refiere al uso compartido de equipos y servicios especializados, a la vez, de abordar en forma conjunta la colaboración de instituciones internacionales
Los objetivos específicos del convenio firmado entre INFOR e INIA son:
Recolectar semillas de poblaciones forestales con el fin de mermar la perdida o extinción de recursos fitogenéticos amenazados, tanto cultivados (variedades de interés comercial) como silvestres (especies en peligro de extinción).
Establecer un trabajo conjunto, que permita optimizar el uso de los equipos e infraestructuras especializadas actualmente existentes y subutilizadas, en ambas instituciones.
Desarrollar e implementar normas y estandarización de procedimientos para prospectar y recolectar recursos genéticos forestales, con el fin de reducir el riesgo de pérdida o erosión genética de las especies amenazadas de extinción.
Elaborar e implementar un sistema único de consulta y documentación de los materiales conservados ex situ, de manera de constituir un referente ante el país de la Biodiversidad fitogenética conservada. Con ello se logrará un ahorro tanto en recursos económicos como humanos, evitando la duplicidad de conservación de semillas, permitiendo conocer de manera pública y transversal las colecciones existentes.
Garantía de sustentabilidad
El resguardo de nuestro germoplasma, contribuirá a preservar la diversidad biológica y cultural existente en nuestro país, y nos brindará la garantía de sustentabilidad de nuestros ecosistemas.
Para especies arbóreas de uso actual, se puede demarcar o establecer una red de áreas de conservación in situ, incluyendo bosques de protección y reservas protegidas sometidas a diversas intensidades de ordenación.
Sobre las especies priorizadas, INIA e INFOR pondrán a disposición su infraestructura y sus capacidades técnicas para la colecta y/o reproducción, estudios básicos y conservación ex situ sea en forma de semilla, jardines de variedades u otro sistema. En materia de conservación, INFOR coordinará las actividades de conservación de recursos fitogenéticos forestales e INIA en su condición de Curador Nacional de los recursos filogenéticos, se hará cargo de mantener colecciones bases (duplicados) de los recursos genéticos silvestres y cultivados en el banco base de semillas, Vicuña, IV Región.
Tratándose ésta de una actividad recurrente, naturalmente que se requerirá de un financiamiento permanente de parte del Estado, a través de mecanismos más estructurales y no competitivos.
El rescate y valorización de la Biodiversidad Nacional, es el principal objetivo del resguardo de germoplasma a nivel mundial y de la defensa de la vida y de la cultura de las Naciones.
¿Cómo hacemos para que dichas semillas puedan servir a nuestras futuras generaciones? Por medio de lo que hemos denominado “Semillas con cédula de identidad”.
Mediante un sistema de Información Geográfica en Internet o WebMapping que llevará a cabo INFOR, se conocerá la distribución tanto de los lugares de recolección de muestras, como de los arboretums o huertos clonales de conservación in situ. Esta información se encontrará disponible, a través, de la WEB, existiendo así un sistema único de consulta, permitiendo, con ello, el cruce en tiempo real de información y diseño de mapas.
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